Nos bajamos del barco para ir andando hasta el barrio Chino o Yaowarat. Hay muchos barrios chinos en diferentes ciudades, pero yo creo que este es de los más auténticos, es como una pequeña ciudad de 2 kilómetros cuadrados independiente del resto, con los rótulos de las tiendas en chino, con productos de todas las clases típicos de la gastronomía china, etc.
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Chinatown o Yaowarat |
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¡Al rico gusano oiga! |
Por allí te encuentras más y más tiendas, puestos de comida, de la que ya conocíamos y de otros tipos. Nos recorrimos todos los puestos echando un vistazo al que mejor pinta tenía para elegir dónde cenaríamos luego.
Después de recorrer todas sus calles y ver desde puestos de gusanos y saltamontes, hasta sopa de aleta de tiburón, pasando por patos asados y mariscos, volvimos a unos de los puestos que habíamos visto al principio que estaba lleno de gente y donde había un cocinero derrochando arte y sudor cocinando con 3 fuegos a la vez.
No nos equivocamos porque fue la mejor cena de todas las que disfrutamos allí en Bangkok. Esta deliciosa cena también nos sirvió para empezar a despedirnos de la ciudad, ya que faltaban muy pocas horas para continuar con el viaje dirección Sydney.