27 de mayo de 2012

Sydney (II) Un día en la Ópera.

Yo no sé si sería por el famoso jet lag o qué, pero él se pasó casi toda la mañana durmiendo. Yo me levanté sobre las 9:00 porque ya no aguantaba más en la cama, raro en mí, y me dediqué a buscar vuelos para ir a Melbourne y pasar allí unos días. 

¡Ay! ¡Yo no sé en qué estaría pensando para no haberlo hecho antes! 
Bueno sí que lo sé. No quisimos reservar nada desde España hasta saber más o menos cómo pasaríamos los primeros días en Sydney o qué querríamos hacer exactamente. Enseguida me dí cuenta de que el precio de los vuelos a Melbourne era, en ese momento, 4 veces más caro que cuando lo miramos unos días antes. 

En nuestros planes estaba también el alquilar un coche 3 días para hacer la Great Ocean Road, pero claro, el precio del billete de avión hacía que no entrara en el presupuesto el poder alquilarlo. Así que echamos cuentas y las volvimos a echar, y la verdad es que con una mezcla de rabia y de pena decidimos que tendría que ser en otra ocasión el viaje hasta Melbourne. Como se suele decir, una excusa más para volver en un futuro.

Mc Elhone Stairs (Fuente)
Para que no nos pasara lo mismo con el otro vuelo que teníamos previsto hacer, volar a Cairns, nos pusimos justo en ese momento a buscar y reservamos rápidamente nuestros asientos para el 6 de marzo con la compañía Jet Star. El precio, al menos en este, estaba igual que cuando lo vimos desde España.

Aunque había amanecido un día soleado, conforme fueron pasando las horas el cielo se puso gris y parecía que fuera a llover de un momento a otro. Pero nosotros volvimos a dar un paseo por Victoria Street, y bajamos hasta Woolloomoolloo, construido entre 1911 y 1915, por las famosas McElhone stairs. 




Esta vez pudimos entrar, ya que la vez anterior estaba cerrado, y estuvimos por allí casi toda la tarde. Cuando nos volvíamos al hostel empezó a llover. Y mientras cenábamos y preparábamos un poco lo que haríamos al día siguiente, yo no paraba de pensar que estaría bien que el tiempo nos diera alguna alegría.



Nos levantamos y ¡bien!, hacía un día soleado, sin ninguna nube, todo lo contrario que el día anterior. ¡Cómo cambia todo cuando hay sol! Salimos temprano y nos fuimos a dar un buen paseo empezando por el Harbour Side, siguiendo el camino que lleva hasta el Botanic Garden, para poder ver desde allí la famosa Ópera de Sydney.


Entre que hacía un día estupendo, que íbamos paseando por unos jardines chulísimos viendo plantas raras y aves que no habíamos visto nunca, y nos iba dando el solecico en la cara, nuestro primer encuentro con la Ópera y el Harbour Bridge fue espectacular. 


El mar y la bahía por un lado, el Botanic Garden por el otro y la Ópera al fondo, nos inspiró tanto que nos pasamos allí parte de la mañana echando un montón de fotos, desde todos los ángulos, flipando un poco con todo. Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta después de 2 días en la ciudad, de que ¡por fin estábamos en Sydney!


Ya por la tarde cogimos un ferry desde Circular Quay que nos llevó a una de las playas más famosas de Sydney, Manly Beach. El paseo en ferry vale la pena por sí solo, ya que ves toda la bahía y la ciudad desde otra perspectiva. Unos 30 minutos más tarde llegábamos a Manly. 

Manly Beach

Si quieres llegar desde el muelle hasta la playa hay que andar unos 5 minutos por una avenida que le llaman The Corso, con muchas tiendas y bares. Y como casi todas las playas en Australia, Manly beach también cuenta con una pequeña laguna o piscina artificial, pero nosotros fuimos directos a la playa. 
Shelly Beach



Al poco tiempo de llegar a la playa el cielo empezó a nublarse, aunque no llegó a hacer frío, a mí se me quitaron las ganas de bañarme, pero él sí que se baño. Ya después de comer en la playa los bocadillos que nos habíamos preparado por la mañana, nos fuimos andando bordeando Shelly Beach hasta la entrada de “Sydney Harbour National Park”.  



Es un parque nacional que cuenta con varias rutas y diferentes excursiones que van bordeando la costa.



Empezamos la excursión que te lleva hasta South Head, pero cuando llevábamos una hora andando, y tal y como nos habíamos imaginado, empezó a llover. Íbamos por la mitad de la ruta, así que nos paramos en una especie de casa que había en el camino, donde no vivía nadie, a esperar que dejara de llover. 



Luego continuamos haciendo esta ruta y nos encontramos arañas, lagartos pequeños y una especie de erizo típico de Australia llamado “Echidna”. 



Es un animal que sólo habita en la isla de Nueva Guinea y en Australia, y junto con los ornitorrincos, son los únicos mamíferos que ponen huevos. Dicen además que son difíciles de ver y que hay gente en Australia que no ha visto ninguno en toda su vida, así que tuvimos bastante suerte con poder ver a uno. 



Pasamos también por un montón de casas, la mayoría abandonadas rodeadas de mucha vegetación y por baterías militares antiguas. No hicimos la ruta entera porque el tiempo no acompañaba mucho, pero llegamos a un sitio desde donde se podía ver toda la bahía y la ciudad de Sydney. 




Supongo que en un día con sol y sin lluvia, se tiene que ver aún más espectacular. 

Continuamos haciendo el camino de vuelta paseando por una zona de Manly que no habíamos visto y que nos llevaba hasta la terminal desde donde salía nuestro ferry de vuelta. Esa parte nos gustó mucho más que la que habíamos visto por la mañana, parecía un lugar completamente diferente. Las casas eran muy bonitas y se notaba que era una zona más tranquila que la zona principal.

Sobre las 7 de la tarde ya estaba empezando a anochecer y cogimos el ferry de vuelta a Sydney. 


Era justo lo que queríamos, poder ver desde el barco cómo iba anocheciendo y ver la ciudad con todas las luces encendidas. Chulísimo ¿no? Guiño 


5 comentarios:

  1. Que me gusta Sydney, me encanta el estilo de ciudad que es, las vistas de la ópera y de Harbour Bridge espectaculares :D

    Ya habrá ocasión de ir a Melbourne, el tema de los vuelos es un peligro, te despistas a un día y al otro da la vuelta totalmente el viaje pensado.

    Saludos!!

    ResponderEliminar
  2. @José Carlos DS
    Lo cierto es que fue una verdadera pena tener que sacrificar Melbourne, pero a la próxima vez, seguro que no me pasa...;D
    Y Sydney, qué decir, por lo menos para mí es espectacular...
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Impresionante Sydney! Aunque el tiempo no jugara a vuestro favor, las vistas siguen siendo espectaculares y lo de ver ese tipo de erizo es una suerte.
    Una pena lo de Melbourne...
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. @Helena
    Gracias Helena!! Después de todo, creo que el tiempo no fue tan malo... al menos por las mañanas no llovía...jejeje ;D
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Guau! qué bonito! Me encantaría ir a Sydney, qué envidia!

    ResponderEliminar

... y más

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...